viernes, 8 de febrero de 2013

Cuento del Nuberu

Si vas a tierra de Egipto
Cuentan que una vez, mientras el Nuberu contemplaba desde la eminencia de una roca la hermosura de una llosa[ huerto cercado, pequeño, por lo general cercano a la casa; también significa losa o pizarra, pero no se entendería lo que sigue, o sería demasiado surrealista]que acababa de regar con beneficiosa lluvia, se le escaparon las nubes y tubo que quedarse en tierra hasta la mañana siguiente.

Se dirigió a casa de un labrador rico y le pidió posada por una noche; el labrador le contesto que no admitía mendigos en su casa.

Después fue a la de un labrador de humilde posición y este le acogió cariñosamente; Claro es que ninguno delos dos labradores sabía que aquel hombre era nada menos que el rector de las tormentas. Éste se levantó muy de mañana y después de dar las gracias a su huésped, le dijo:

_ Si vas a tierra de Egipto,
Pregunta por Juan Cabrito.

Y el Nuberu se dirigió al pico más alto de una montaña y cabalgando sobre una nube, agrupó a los redondos truenos, los llevó sobre las propiedades del labrador que le había llamado mendigo, y haciéndolos chocar unos con otros se rompieron con gran estruendo, derramando con fuerza toda el agua que tenían dentro, en las tierras de su enemigo, arrasándolas por completo.

Desde aquel día las tierras del labrador pobre empezaron a dar abundantes frutos, y las del labrador rico se convirtieron rápidamente en campos estériles.


Sucedió que el labrador pobre, mozo valeroso y dispuesto a meterse en empresas, decidió ir a Jerusalén, quizá de escudero de un señor que fue a las cruzadas. Allá cayó prisionero y después de muchas aventuras fue a dar con su cuerpo a Egipto.

Preguntó que dónde vivía Juan Cabrito, y le contestaron asombrados de que se atreviera a nombrar a tan gran señor.

El labrador averiguó que el Nuberu vivía en una montaña y hacía allá dirigió sus pasos caminando por un desfiladero. Al final de este aparecía la roca cortada verticalmente y en el interior de ella tenía sus habitaciones el Nuberu. Salió un criado y le dijo al labrador:
_ ¿Cómo tenéis valor para acercaros a esta casa? Mi amo ha ido a tronar y noo regresará hasta mañana; además, no recibe a nadie: ¡marchad!
Volvió nuestro labrador al otro día y le suplicó al criado:
_ Decid a vuestro amo y señor que está aquí un asturiano que desea saludarle.
Inmediatamente fue introducido en la casa y el Nuberu le trató con atención expresiva y cariñosa; después le dijo:
_Vengo de romper unos truenos sobre tu pueblo; he regado tus tierras con mucho cuidado; tus cosechas son más abundantes cada año y tu familia está buena. Ahora tengo que darte una mala noticia: tu mujer creyéndote muerto, se casa dentro de unos días, pero no te apures, mañana llegarás a tu morada y tu esposa recibirá mucha alegría. A mí no me volverás a ver porque marcho esta noche a tronar; levántate antes del amanecer y monta en un macho cabrío que estará esperándote a la puerta de esta casa; él te conducirá a tu pueblo por el aire; no tengas miedo, nada malo te ocurrirá.

Y tal como le dijo el Nuberu así sucedió; el labrador llegó a su casa en un abrir y cerrar de ojos, y su mujer le recibió amorosamente entre sus brazos.




Nuberu:  
Conocido también como ñuberu, nubleiro, renubleiro o Xuan Cabrita, según los lugares, el Nuberu es el genio conductor de la nube y la tormenta. Se dice que lleva el agua para los campos de los amigos y la piedra ( el granizo ) para los de los enemigos, y es capaz de arrasar cualquier cosa, incluso un bosque de carbayos centenarios, en una sola descarga. A pesar de su enorme poder destrucotr, se le puede exconxurar para impedir que descargue en las casas y los sembrados y enviarlo " a sierras peladas ", allá " donde ni el gallo canta ni la gallina cacarea, donde ni el arador ni el sembrador obtuvieron semilla ni nada es de nombrar ", según reza el viejísimo conjuro de la pizarra gótico-latina de Carrio ( Villayón ), datada en el siglo VII.
El Nuberu asturiano tiene nobles antecedentes en la mitología greco-latina. Así, en la Grecia clásica, adoraban a Zeus, el soberano de los hombres y de los dioses, que además de presidir el olimpo, provocaba la lluvia, lanzaba el rayo y el relámpago y dirigía las tormentas. Los romanos lo identificaron con Júpiter, señor del cielo, de la luz diurna, del tiempo atmosférico, del rayo y del trueno. Por su parte, los celtas adoraban a Taranis, dios del rayo y del trueno y protector de los guerreros, y los germanos a Wotan, dios del trueno que cabalga sobre las nubes. no pocos topónimos asturianos están relacionados con estas divinidades del rayo y el trueno cuyas denominaciones penetraron en distintas oleadas. Así, el pico Sueve ( Colunga ), la pena Sobia ( Teberga ) y piedra Xueves ( Somiedo ), derivados de Jovis ( Júpiter ); Tarañes ( Ponga ), Táranu ( Salas ) y Tarañosdiós ( Cangas de Onís ), derivados de Taranis; incluso, Godán ( Salas ), posible derivado de Wotan.
Al Nuberu asturiano se le describe de diversas, pero predomina la apariencia física de hombre barbudo ( de muy elevada o muy corta estatura, según los casos ), con la ropa chamuscada y cubierto con un sombrero negro de ala ancha, que a veces desciende a tierra etre la niebla y solicita algún tipo de alimento o ayuda a los pastores de los puertos. Es un ser agradecido y suele corresponder a la hospitalidad de los campesinos, bien auxiliándoles cuando por causa del servicio militar o por algún golpe de fortuna tienen que aventurarse por tierras de África - que es donde vive el nuberu asturiano - o bien librando sus sembrados de la tormenta o avisándoles para que recojan la cosecha antes de que descargue la nube.
Al Nuberu se le puede esconxurar volviendo un carro de avieso, es decir, del revés, o tocando las campanas de determinadas iglesias o capillas que tienen poder de ahuyentarle. También algunos curas tienen el poder de esconxurar al nuberu leyendo libros sagrados o arrojando un zapato contra la nube. en este último caso, el nuberu suele descargar la piedra de granizo allí donde cae el zapato. Además de estos esconxuros, específicamente ditigidos al nubero, existen otros procedimientos para desviar la tormenta y proteger las casas y haciendas de los campesinos, como quemar laurel bendito, sacar la pala del horno y el rodabiellu y ponerlos en cruz fuera de la casa, quemar velas teneblinas bendecidas el día de jueves santo, colocar instrumentos cortantes, hachas y cuchillos, con el filo puesto hacia la nube, e invocar a determinados santos como Santa Bárbara o San Bartolomé con plegarias y conjuros. En algunas leyendas, sobre todo del occidente de Asturias, se dice que los nubleiros bajan a tosquilar las cabras antes de fraguar las tormentas, y que por eso cada piedra de granizo que cae al suelo tiene dentro un pelo de cabra.


Sacado de  http://www.asturiasnatural.com/mitologia/seres/nuberu.htm




El-Nuberu 




                                         

 

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